365

Con cierta torpeza realizaba su trabajo, poniendo un poco por un lado y quitando un poco por otro fue dándole vida al grotesco ser. Grandes ojos que parecían salirse de la cuencas, una boca grande de la que asomaban los enormes y filosos colmillos y una nariz chata y ancha. El cuerpo era pequeño con respecto al tamaño de la cabeza, pero la firmeza del mismo dejaba ver que era lo suficientemente fuerte para desafiar las proporciones. La piel era rígida y áspera y las patas terminaban en unas garras que parecían poder destrozar cualquier cosa que se atravesara en su camino. Una cola gruesa rematada en una especie de lanza completaba al engendro.

Lo contemplo y quedó satisfecho con el aspecto. Se le ocurrían varias palabras para describirlo pero en realidad la descripción no importaba, lo que necesitaba era que la reacción al verlo fuera cercana al miedo y al parecer lo había logrado.

Poco a poco le fue dando vida, movimiento a las extremidades, movimiento a los ojos, a la mandíbula y a la cola. Lo hizo adoptar posturas inquietantes y amenazantes y para culminar le otorgó un rugido que haría temblar a cualquiera.

Revisó lo que había logrado...

365...

365 es lo que llevaba...

365 cuadros...

365 cuadros de animación stop motion...

15.2 segundos de animación de su primer cortometraje de terror...

15.2 segundos. Muy poco?

Quizá, pero lo suficiente para comenzar

(Cuento Inédito, Enero 2014)

(Stop Motion - Animación cuadro por cuadro)
(En animación y cine 24 cuadros equivalen a un segundo)