Inspiración
Se sentó en el escritorio, quitó la funda de la máquina de escribir, acomodó una hoja tamaño oficio y se puso a pensar en el poema que iba a escribir. Evocó bellos momentos de su vida para poder inspirarse y escribió como título:
"A Ella"
En su mente iba formando los versos y las estrofas, sumando sílaba por sílaba y restando los diptongos. Iba a ser un poema con versos de 16 sílabas, con rimas asonantes en los versos nones y rimas consonantes en los versos pares. Una vez que tuvo todo el poema en su mente comenzó a escribirlo.
Tac, tac, tac... sonaba la máquina de escribir. Tenía los ojos cerrados para no dejar escapar ninguna rima ni ningún acento del poema que había creado mentalmente.
Tac, tac, tac, una estrofa, otra mas.
Tac, tac, tac. Cinco estrofas en total.
Abrió los ojos para revisar el poema casi perfecto que había creado, ese poema que iba a provocar admiración, amor, llanto y muchas sensaciones más en aquel que lo leyera.
"A Ella
Tú que a mi lado siempre estás, radiante, frágil y bella
tú que apa s f a o"
Abrió todavía más los ojos, solamente estaba el título, el primer verso y una pequeña parte del segundo verso. Se dio cuenta que la cinta de la máquina de escribir se había zafado y que del bello poema que había creado no quedaba casi nada. Y menos en el momento que trató de recordarlo y se dio cuenta que la inspiración lo había abandonado.
(Cuento inédito, Octubre 2006)
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