Tuesday, September 12, 2006

Este cuento lo tenía en mente desde hace ya mas de 2 años, debido a un regalo que recibí que es muy utilizado por los periodistas. En aquel entonces tenía pensado un final para este cuento, pero hoy que empecé a escribirlo me di cuenta que puede tener varios finales. De tal manera que pondré los tres finales que tengo en este momento y el lector decidirá cual le gusta más (o en su defecto cual le disgusta mas). El final original es el tercero.

Periodista

Como todos los niños, el quería ser algo cuando creciera. Algunos de sus compañeros querían ser astronautas, otros querían ser bomberos, policías o soldados; unos mas se conformaban con ser como sus papás con profesiones más comunes y corrientes.

El quería ser periodista, que su nombre apareciera en el periódico y todos leyeran sus artículos. Así empezó a comprar el periódico todos los días (en lugar de gastar su dinero en dulces o cómics) y compró un cuaderno en el que iba reescribiendo los artículos que más llamaban su atención. Cambiaba la forma de narrar la historia, signos de puntuación, hacía énfasis en situaciones que a él le parecían más importantes y el autor había pasado por alto, etc.

Al terminar la primaria ya tenía 2 cuadernos llenos de notas escritas por él.

En la secundaria fue un poco más allá, y además de seguir reescribiendo artículos leídos en el periódico del pueblo donde vivía, comenzó a hacer pequeñas notas de sucesos ocurridos en su escuela. Dió cuenta de la golpiza que le propinaron al "Greñas" por andarse metiendo con la novia del "Pecas". Evidenció las "clases especiales" que daba la maestra de Ciencias Naturales a los compañeros de salón más desarrollados. E incluso escribió la columna de sociales cuando el prefecto de la escuela se casó con la señora que cuidaba el laboratorio de química.

Así transcurrió también la prepa, decidido en su vocación. Poco antes de terminar la preparatoria empezó los trámites para entrar a la universidad de la ciudad más cercana donde existía la carrera de Ciencias de la Comunicación. A los pocos meses revisó el dictamen de admisión y para su fortuna si salió en listas. Con algo de esfuerzo sus padres prepararon todo para que se fuera a estudiar.

Empezó la carrera emocionado, todo era nuevo para él y sentía como sus sueños se iban materializando y pronto sería un gran periodista.

Final I

Un día, en octavo semestre, iba en camión rumbo a la escuela y en una parada se subieron dos tipos supuestamente a cantar para pedir dinero. El primero avanzó a la mitad del camión y sacó una pistola pidiendo a todos que le entregaran su dinero, relojes, joyas, etc. mientras el otro amagaba al conductor con un cuchillo. El no quizo entregar sus cosas y se abalanzó contra el tipo de la pistola logrando desarmarlo mientras que otros pasajeros lo detenían. No se dió cuenta que el tipo del cuchillo ya estaba a unos cuantos pasos y le encajó el cuchillo en el corazón. Llegó una ambulancia y lo trasladaron a urgencias del hospital más cercano. Estuvo agonizando todo ese día, al día siguiente llegó su mamá y estuvo a su lado mientras dormía. Despertó y pidió que buscaran en el periódico a ver si venía alguna nota sobre lo que había pasado. La mamá le leyó la nota e hizo hincapié cuando mencionaban su nombre y lo valiente que había sido. Sonrió al ver que al menos su nombre había aparecido en el periódico y murió.

Final II

Terminó la carrera, y en cuanto obtuvo su título fue a llevar su currículum a todos los periódicos de la ciudad. En todos recibía rechazos, porque no tenía experiencia, porque no había puestos vacantes, porque era muy joven, etc. Así pasó varios meses sin encontrar trabajo hasta que un día se hartó, compró una pistola con el poco dinero que le quedaba y fue al periódico más grande de la ciudad y entró matando gente. Hasta que llegó la policía y lo detuvieron. Su nombre apareció en todos los periódicos de la ciudad y todos los días los leía en su celda con una sonrisa en la boca. Su sueño había sido cumplido.

Final III

Terminó la carrera, y en cuanto obtuvo su título fue a llevar su currículum a todos los periódicos de la ciudad. En todos recibía rechazos, porque no tenía experiencia, porque no había puestos vacantes, porque era muy joven, etc. Hasta que
por fin, en un pequeño periódico le dieron el puesto de redactor de obituarios. Pensó que era un buen inicio, y que posteriormente podría subir. De eso han pasado ya 30 años, y su nombre sigue apareciendo en el encabezado de la sección.

2 Comments:

At 3:20 PM, Blogger ann said...

El final que me gustó es el primero, pero siento que al cuento en general le hace falta algo, me parece frio, no lo pude sentir, es como cuando lees notas en el periodico, solo te informan, pero no las disfrutas.
Esa es mi humilde opinión.

 
At 8:41 AM, Blogger Meldy said...

Final III

Por muy difícil que parezca, suele ser el final de cada una de las vidas de las personas que habitamos este mundo, simplemente REALIDAD, el no querer conformarte con las cosas o simplemente ACEPTARLO..
Le faltó un poco más de contenido, pero en sí lo calificaría con un 9.

 

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