Wednesday, January 09, 2008

Hombre

...Y el hombre dió un paso lanzándose al vacío. Cayó varios metros hasta que se convirtió en lluvia, una lluvia tranquila que empezó a viajar por varias ciudades, mojando todo a su paso. En una ciudad la mojó a ella, resbaló por su cabello y sus mejillas y no pudo seguir siendo lluvia. Se convirtió en aire que viajó por todo el mundo, a veces siendo un soplo de viento y otras veces siendo un huracán. Estuvo por mucho tiempo siendo aire, hasta que pasó cerca de ella, movió sus cabellos y susurró en su oído y no pudo seguir siendo aire. Se convirtió en rayo de sol, entibiando casas y corazones, y un día soleado y brillante se reflejó en sus ojos y no pudo seguir siendo rayo de sol. Se convirtió en luz de luna, y vagó por todos lados inspirando poesías y canciones, uniendo enamorados y provocando sueños, una noche entró por una ventana e iluminó el cuerpo desnudo de esa mujer, refractándose en cada centímetro de su piel y perdiéndose en los rincones de su cuerpo y no pudo seguir siendo luz de luna. Se convirtió en mar, hasta que ella nadó en él; se convirtió en fuego hasta que calentó su cuerpo en una noche de invierno.

Y decidió ser hombre, decidió ser hombre y vivir, decidió ser hombre y aprender, decidió ser hombre y perder, decidió ser hombre y caer, decidió ser hombre y conocerla, decidió ser hombre y vagar por el mundo buscándola, decidió ser hombre y desilusionarse creyendo haberla encontrado para después darse cuenta de que no era ella, decidió ser hombre y vivir tan solo un segundo a su lado, decidió ser hombre y ser feliz con ella. Decidió ser hombre...

(Cuento inédito, Enero 2008)

Tuesday, January 01, 2008

Feliz Libro Nuevo

Leyó las últimas palabras de la página imaginándose lo que ellas describían. Al igual que los otros cuentos del libro esté le había hecho soñar. Cerró el libro un poco nostálgico porque sabía que era el último cuento que contenía. Sus padres se asomaron a la puerta para desearle buenas noches y apagar la luz. Depositó el libro en la mesita de noche, cerró los ojos y se puso a recordar lo que había leído, mientras sus padres terminaban las copas de vino tinto de la cena de año nuevo y esperaban las 12 campanadas para comerse las uvas y formular los deseos del nuevo año.

El niño siguió recordando las historias que le habían encantado hasta que el sueño lo venció y se dispuso a dormir plácidamente. De haber permanecido despierto unos minutos más se hubiera dado cuenta de lo que empezaba a ocurrir a su lado. El libro se abrió en la mesita de noche y las letras empezaron a desprenderse de las páginas y a dar vueltas en la habitación. Primero ordenadas de tal forma que se podía leer cada cuento entre las paredes del cuarto y se fueron desordenando hasta que solamente unas palabras podían descifrarse. Después de un tiempo de dar vueltas en la alcoba el libro se posó sobre la primera página y varias letras empezaron a acomodarse sobre ella, una página más y otras letras se posaban ahí, y así sucesivamente hasta llegar hasta la última página. Se cerró el libro y unas cuantas letras todavía revoloteaban en el aire. Se posaron lentamente sobre la portada hasta que pudo leerse:

"Un cuento para cada día

366 cuentos para niños"

Fin

(Cuento inédito, Enero 2008)

Feliz Año Nuevo a todos.