Friday, January 19, 2007

Despedida

Esa noche estaba a su lado, a pesar de que se habían distanciado un poco ese día jugaba con ella y reía. Ya tenían algunas horas divirtiéndose, y cuando estaba a punto de despedirse de ella para irse a dormir algo pasó. De pronto ella se desvaneció y dejó de responder.

Al principio él creyó que se trataba de un juego, o quizá el cansancio la había alcanzado. Pero después posó su mano sobre ella y sintió su cuerpo más frío que de costumbre. Ningún sonido salía de ella.

Miró su cuerpo innerte y una lágrima recorrió su mejilla. Comenzó a recordar los últimos meses que había estado a su lado. Evocó las charlas que habían sostenido. Recordó como lo había apoyado escuchándolo compartir con ella sus penas, desahogando ese dolor que le oprimía el pecho. Se acordó de los ratos que había estado con él resolviendo algún problema en el trabajo. Rememoró las horas de diversión que compartieron.

Derramó una lágrima mas. Lentamente la levantó y con delicadeza la depositó en una caja.

Al día siguiente, levantó el teléfono y marcó un número. Esperó unos minutos y con voz entrecortada dijo:

- "Anoche estaba jugando con ella, y de pronto murió".

Una voz del otro lado de la línea le respondió:

- "No se preocupe, trataremos de revivir su laptop lo más pronto posible. Un técnico lo visitará en los próximos días".

(Cuento Inédito, Enero 2007)

Tuesday, January 09, 2007

Rosca de Reyes

Tomó el cuchillo con mano temblorosa, faltaban solamente él y 3 personas más de tomar su rebanada de rosca de reyes. Sabía que era muy probable que él escogiera el trozo con premio, aunque en este caso pudiera considerarse como un castigo.

Primero pensó en partir el trozo que tenía la nuez más grande en la parte superior. Pero pensó que la nuez presagiaba la existencia de algo más que fruta seca bajo sus entrañas. Así que armándose de valor y sosteniendo el cuchillo con las dos manos para que no notaran su nerviosismo cortó un trozo que solamente tenía un poco de azúcar en la parte superior. Cortó primero por la izquierda y luego por la derecha.

Los que ya habían cortado su parte lo miraron con lástima. Los que faltaban de cortar el pedazo de rosca lo miraron con un alivio tremendo.

Del extremo derecho asomaba un bulto rosado, estuvo a punto de soltarse a llorar pero sabía que debía tomar las cosas con calma. Era un orgullo el encontrar el dedo meñique en la rosca de reyes. El dedo meñique del último miembro de la familia que ofreció su carne para alimentar a toda la tribu desde el pasado día de reyes. El dedo meñique que obligaba a la familia ganadora a sacrificarse por su pueblo. El dedo meñique de la rosca de reyes.

(Cuento Inédito, Enero 2007)